A menudo escuchamos hablar de la cláusula suelo o leemos noticias sobre el sector de la vivienda y las hipotecas que hacen referencia a este tipo de cláusulas.
¿Qué es la cláusula suelo y cómo funciona?
Es una cláusula que se establece en los contratos hipotecarios que pone un límite mínimo de interés que se aplicará en la hipoteca. Con este mínimo, el hipotecado no se puede beneficiar de las caídas del Euribor y no ve bajar su cuota al llegar a un interés determinado.
¿Por qué se aplicaban cláusulas suelo en las hipotecas?
La cláusula suelo es una condición que se ha incluido en muchas hipotecas que tenían un interés del tipo variable. Es decir aquellas hipotecas que varían su cuota por que dependen de un tipo de interés compuesto por una parte fija y una variable que depende del Euribor.
Es cierto que también se ponían cláusulas techo en muchos casos pero eran tan altas que no han sido operativas y en muchos casos existían diferencias abusivas para los hipotecados que en ocasiones ni siquiera sabían que su hipoteca tenía suelo.
¿Es legal la cláusula suelo?
El 9 de mayo del 2013 el Tribunal Supremo declaró que las cláusulas suelo eran nulas. Por considerarlas abusivas y contrarias a la ley hipotecaria, entre otras razones por su falta de transparencia en muchas ocasiones. Solo si la información fue clara y explícita por parte del banco y el notario y el cliente tenía la capacidad para comprender su contenido, podría considerarse válida. Esto ha llevado a que muchos usuarios afectados por la cláusula suelo, estén reclamando a los bancos la diferencia de intereses que el banco les cobró en su momento.
El 21 de enero de 2017 entró en vigor el Real Decreto-Ley 1/2017 aprobado por el Gobierno y que propone una solución extrajudicial a este conflicto con el objetivo de agilizar la devolución de las cantidades cobradas por los bancos.